O acesso equitativo à Moradia, ao Saneamento Básico, a proteção ao Meio Ambiente serão base de discussões do 7.º Fórum Urbano Mundial (WUF7), que acontece no período de 5 a 11 de abril de 2014, em Medellín na Colômbia. O evento também vai promover debates sobre a necessidade de cooperação para uma urbanização sustentável que garanta o direito à cidade para a população de baixa renda. O pesquisador Demian Castro, do Observatório das Metrópoles, apresentará os resultados do monitoramento das remoções ocorridas no Brasil no contexto dos megaeventos esportivos.
“Legados dos Megaeventos: limites e oportunidades para o desenvolvimento urbano próspero e equitativo” é o tema da mesa que o pesquisador Demian Castro, do Observatório das Metrópoles, participa no dia 9 de abril dentro da programação da 7ª do Fórum Urbano Mundial Medellín. A mesa parte da constatação de que desde Barcelona, em 1992, tem-se verificado que as transformações urbanas associadas aos megaeventos esportivos servem de ponta pé para mudanças na situação econômica e global das cidades. No entanto, enquanto o COI e FIFA cobram pela consolidação dos chamados “legados”, as duas instituições esportivas internacionais não se esforçam para defini-lo. Em última análise, isto significa que o legado é muitas vezes contestado e pode emergir de forma diferente dependendo da interação de fatores locais e globais.
A mesa “Legados dos Megaeventos: limites e oportunidades para o desenvolvimento urbano próspero e equitativo” contará ainda com a participação de Adriana Allen, da Universidade College London; Nicholas You, Campanha Urbana Mundial; e Edmundo Werna, Organização Internacional do Trabalho.
Equidad Urbana en el desarrollo – Ciudades por la Vida (DOCUMENTO CONCEPTUAL)
La desigualdad se ha convertido en una preocupación universal. Las diferencias en el acceso a las oportunidades, los ingresos, el consumo, la ubicación, la información y la tecnología, son hoy en día la norma, no la excepción. Para la mayoría de personas en el planeta, las disparidades de ingresos son hoy mayores de lo que eran hace una generación.
Se estima que más de dos tercios de la población mundial vive en ciudades donde la desigualdad en los ingresos aumentó a partir de 1980. En algunos casos, este aumento ha sido asombroso. Las desigualdades de género persisten en muchos países y contextos (menores índices de escolarización secundaria, el acceso a un empleo decente, la representación política y la naturaleza de género de la pandemia del VIH.
Las desigualdades entre jóvenes se manifiestan en la discriminación en el acceso a la educación, la diferencia de oportunidades de empleo y medios de vida, la falta de participación en la toma de decisiones y los prejuicios contra las preferencias sexuales. Los barrios marginales, el rostro de la pobreza y la desigualdad urbana, siguen aumentando en la mayoría de países del mundo en desarrollo, lo que refuerza otras formas de desigualdad: el acceso a los servicios básicos, la educación y la salud, entre otros.
Las desigualdades están presentes en el espacio urbano de las ciudades, divididas por fronteras invisibles que dividen el “centro” de la “periferia”, la zona “alta” de la “baja”, el “este” del “oeste”, y otras divisiones físicas que revierten en formas de exclusión social, cultural y económica.
La brecha entre ricos y pobres se amplió no sólo en los países en desarrollo y las economías emergentes, sino también en los países desarrollados, e incluso en países tradicionalmente igualitarios. En otras palabras, la razón de la desigualdad tiene orígenes regionales y nacionales, así como históricos, políticos e institucionales.
La desigualdad ha crecido durante décadas, pero esta tendencia se ha intensificado en el comienzo de este siglo. Hoy en día las desigualdades están presentes en casi todas las áreas del desarrollo. Hay fuertes evidencias de que los países con mayor desigualdad tienen sistemáticamente menor igualdad de oportunidades. En la mayoría de los casos, la igualdad persiste e incluso se arraiga en las diferentes dimensiones del desarrollo. En los EE.UU. la movilidad social se ha convertido en una víctima de la desigualdad de ingresos. Según el Servicio de Investigación del Congreso, en comparación con otros países desarrollados, el país se está convirtiendo en una sociedad bastante inmóvil.
Un estudio reciente muestra que mientras que los ingresos netos después de impuestos de familias ricas que representaban el 1% de la población se multiplicaron por 275 entre 1979 y 2007, para el 20% de la población que se encuentra en el límite inferior de los ingresos, éstos sólo aumentaron un 18%.
Las desigualdades aumentaron en 17 países de la OCDE de los 22 que disponen de datos a largo plazo. Es probable que a medida que estos países crezcan con más desigualdades, la igualdad de oportunidades sea más restringida y la movilidad social pueda verse afectada. En las ciudades europeas, la definición moderna de la pobreza se enmarca en las nociones de la privación relativa y la exclusión social. Están surgiendo nuevas formas de pobreza y desigualdad: la “infraestructura de los pobres”, la feminización de la pobreza, la pobreza de los inmigrantes, personas mayores vulnerables y jóvenes en riesgo.
Ciudades con desigualdades relativamente grandes tienen dificultades para optimizar las ventajas urbanas con enormes disparidades entre “ricos” y “pobres” (incluyendo hombres y mujeres, barrios marginales y no marginales, mayorías y minorías étnicas, y ancianos y jóvenes). En estas ciudades desiguales, los pobres urbanos tienen menos posibilidades de encontrar un trabajo y su esperanza de vida al nacer es menor; los niños tienen menos probabilidades de matricularse en la escuela y la aparición de problemas de salud es notablemente más frecuente; los servicios públicos utilizados principalmente por las personas con pocos recursos están casi siempre abarrotados y a menudo están mal gestionados; las personas sin recursos, en general, también están excluidas en el sentido cultural, social y político.
Para mais informações, acesse a página oficial do 7º Fórum Urbano Mundial/Medellín.